
Porta la esencia de una casona abandonada y descuidada.
Es la historia de “La Marquesa”, quien se muda a esta casa a vivir después de tiempos difíciles, para buscar nuevas oportunidades abriendo un bar, donde se viva y disfrute la música cubana.
Es un lugar de encuentro para ir a disfrutar de las delicias de la vida, la comida y la música. En este diseño se optó por proyectar un lugar deteriorado, para crear un ambiente más relajado sin tanto protocolo, donde se utilizaron técnicas mixtas logrando un efecto de desgaste y de carácter único.
En el piso se utilizaron piezas en blanco y negro, para que ya entrada la noche, incitar que el baile se apodere del lugar.




